Vaticinaba yo ayer una noche algo movidita. Pues, me quedé corto. Los vigilantes nocturnos se tuvieron que emplear a fondo... no por escándalo o mal comportamiento. Por el insistente sonido de los móviles. Así que tuvieron que requisar algunos. Toda una tragedia para los propietarios. Eso sí, nos han prometido devolverlos a los profesores de sus respectivos centros mañana por la mañana. Entonces se los devolveremos a sus dueños, pero con el aviso de que si se los vuelven a requisar no los devolverán hasta el día de la partida. Esto son cosas menores. A las primeras de cambio eliminaron a nuestro equipo de fútbol. Jorge va el primero en ping-pong. Anoche hubo, como estaba preanunciado, disco. Con la música Tecno se lo pasaron en grande levantando los brazos y dando más vueltas que un trompo. Como el grado de humedad de la atmósfera era elevado, sudaron a rabiar. Nosotros nos dimos un paseíto reparador a la luz de la escasa luna por los alrededores poblados de naranjos. Esta mañana, vuelta a la carga. Media hora antes de que sonara la señal de despertar ya estaban casi todos danzando... claro que con la claridad que se anuncia tan madrugadora y el incesante piar de los pájaros que duermen piando... El bufido de los trenes es casi una anécdota. Desayuno, aseos de bungalows, clase. La comida de hoy les ha encantado. Llegaban con hambre pues se han podido bañar y disfrutar del buenísimo tiempo. Ahora en la sobremesa están jugando a los juegos de mesa: tres en raya, parchís, etc... Son las 16:00 h. En media hora comienzan las clases ("Attention, everybody to class") y a las 18:00, la merienda. Mañana os enviarán un mensajito personal. Al menos en eso estoy yo confiado. To be continued...